RAJ NANDGAON – SOKOLI 118 KM

22-MAYO-2009

El día parecía que sería de color de rosas, por delante una etapa corta de unos 65 km hoy era la primara vez que conseguía salir a las 5 de la mañana con lo que tendría una hora más de fresco y si todo iba bien acabaría sobre las 10 con una temperatura de no más de 40 grados. Pero el día se convirtió en todo lo contrario.

Nada más levantarme voy a mirar el reloj de muñeca y estaba parado, llevaba unos días que de tanto sudar estaba húmeda por dentro la esfera y eso que la tapa dice que es resistente al agua, debe ser si no es debajo de 49 grados de temperatura.

Para complicar más las cosas desde el primer momento veo que la carretera está fatal muchos baches, muy rajada, las rodadas por donde circulan los camiones muy hundidas, vamos que no podía estar peor, se circularía mejor por cualquier pista de tierra. Después de unos 40 kilómetros así le echo un vistazo a la soldadura y veo que se ha abierto otra vez una nueva grieta, más pequeña que ayer pero igual de importante. Además la barra principal se estaba doblando con el peso justo por el cambio de color que había dejado la soldadura de ayer, eso quería decir que como me dijo el soldador era posible que se debilitara la barra con el calor al soldar ¡¡¡ Esto no va bien ¡¡¡

Unos kilómetros más adelante tocaba hacer la carrera diaria de la mañana, en esta ocasión un lechero en bicicleta se picó conmigo y aunque no quería correr mucho para no forzar el portabultos le iba ganando por una ligera diferencia. De pronto vi de frente una de las 1000 manadas de vacas sagradas que cruzan la carretera y una cría que se queda en medio indecisa cuando las demás ya habían cruzado. En dirección contraria un camión, esto es muy peligroso porque si la cría decide ir hacia su carril, el camionero para no atropellarla se cambiara al mío y hay que estar preparado para tirarse fuera de la carretera porque no dudará ni un momento el llevarte por delante antes que atropellar al animal. Al final en el último segundo la cría decide meterse en mi carril y aunque intenté frenar me faltaron 20 cm para poder detenerme, así que me lleve la cría por delante y nos dimos la gran torta la ternera sagrada y el ciclista. Menos mal que ya era a bicicleta parada y aunque di con la mano en el suelo el guante me protegió solo me hice un pequeño arañazo en la rodilla sin ninguna importancia. Era una zona despoblada desde hacia kilómetros pero que suerte que justo enfrente había un puesto con media docena de adolescentes que casi se encanan de la risa de ver mi torta y la cara tonta de la ternera sagrada despatarrada que parecía decir ¿pero este ciclista no sabe que tenemos prioridad siempre? Yo feliz porque se reían eso quería decir que no eran hinduistas de lo contrario es probable que me hubiese costado una bronca. El lechero tampoco debía ser hinduista porque desde el suelo le vi la cara de satisfacción de poder adelantarme aunque fuese acosta de un ternerazo.

A los pocos kilómetros me pare a la sombra de un árbol y aproveche para revisar de nuevo la barra, después del golpe había ido a peor, la raja en la soldadura se había abierto mas y la barra también estaba más doblada. Al momento para a mi lado uno de los chicos que se rieron en la caída, me traía la garrafa de keroseno que uso para cocinar, que se me había caído en el accidente y no me había dado cuenta que se quedaba en la carretera. Aquí la gente es muy honrada es raro que se lleven algo que no es suyo ( en esta parte que no es turística claro).

Por fin y con el portabultos en muy malas condiciones llegue al pueblo donde tenía pensado parar a dormir el hotel está pasando el pueblo como a 2 km. Pregunto si tienen habitación me dicen que si así que me siento a reponerme un poco del calor. También les pregunto si hay un soldador en el pueblo, me dicen que si pero que no podrá soldar aluminio. Cuando ya había estirado y me había repuesto le digo si puedo coger la habitación, me dique si pero cuando le digo si puedo meter la bicicleta en la habitación me dice que no. Esa respuesta no me extraña en un buen hotel pero este que era un hotel de carretera que de los que se caen a trozos no sé porque no dejan meterla si seguro que aunque intentara ensuciar las paredes con las ruedas no lo conseguiría nunca de lo negras que están. Bueno el caso es que con el día tan malo que llevaba ni me apetecía negociar ni tenía ganas de sonreír así que le pedí tres botellas de agua para el camino y me prepare para hacer otros 60 km más hasta el próximo alojamiento.

Los últimos 20 km fueron un infierno, la temperatura 53 grados centígrados, muy pocas sombras porque en los tramos de construcción de la autovía no queda un árbol centenario en pie y el portabultos que ya estaba doblado del todo y aunque lo subí de altura en la tija del sillín al mínimo bache o desnivel de la carretera se me metía la alforja en los piñones, pensaba que me la rajaría y se caería la mitad de la carga, eso si no se rompía del todo el tubo y se caía toda la carga al suelo con alforja incluida.

Al final llegue a Sokoli me aloje en el único hotel que tiene es una guest house que esta des pues de la subida a unos 600 m, es la casa más alta que hay a continuación de una gasolinera. La habitación es muy pequeña, la pintura está muy usada y el baño es para no entrar, pero me han ofrecido que use otro baño de una habitación que están arreglando y que esta azulejado y en buenas condiciones. La cama es un tablero con una manta que hace las veces de cochón, es tan dura que he tenido que poner mi colchoneta auto hinchable de campaña para no romperme la espalda. También desde que he entrado en este Estado hay muchos mosquitos por la noche así que tuve que montar la red anti mosquitos para cubrir la cama, solo la he tenido que usar una vez antes de cambiar de Estado. Mañana buscaré un soldador en el pueblo a ver si hay suerte y suelda aluminio, pero como me dijo el anterior si se rompía de nuevo ya no habría posibilidad de reparación porque el calor debilitaría del todo él tuvo. Si no es posible repararlo sera ¡¡¡ el final del viaje ¡¡¡